Se rescata Mole de Caderas como patrimonio cultural inmaterial de Huajuapan: MureH

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Se rescata Mole de Caderas como patrimonio cultural inmaterial de Huajuapan: MureH

La iniciativa del Patronato del Museo Regional de Huajuapan de hacer el festival del Mole de Caderas, ha sido un acierto, destacan

Huajuapan de León, Oaxaca. Octubre 2013.- A partir del primer festival del Mole de Caderas que se organizó por iniciativa del Patronato Museo Regional de Huajuapan (MureH) en 2007, se ha venido incrementando el interés de la población por este platillo por lo que se ha extendido la participación de otras organizaciones y restaurantes, también se puede apreciar en esta temporada un incremento de la afluencia de visitantes a la ciudad.

Así lo manifestó el presidente del patronato del MureH, Manuel Barragán Rojas durante la degustación del Mole de Caderas que se realizó este fin de semana en sus instalaciones donde además se pudo disfrutar del platillo “Chivo al estilo MureH” con la participación de las cocinas del mesonero Javier Olivo y del chef Víctor Hugo Viazcán Vera.

Barragán Rojas comentó que el Festival Mole de Caderas se gestó y se realiza por iniciativa del patronato del MureH desde hace siete años con el propósito de rescatar el platillo como patrimonio cultural inmaterial de Huajuapan, y promover el turismo hacia esta ciudad, por lo que desde que realizaron su primer festival en 2007 revistieron este evento con actividades cultuales, porque el objetivo primordial del patronato es rescatar, promover y difundir la cultura en sus diferentes manifestaciones.

Y en este festival, dijo, corresponde promover la cultura de la gastronomía que se deriva del sacrificio de chivos, valorarla como patrimonio cultural intangible, tomando en cuenta la historia que cuenta que las actividades económicas introducidas por los españoles desde la colonia, la cría y ceba de ganado caprino ha sido de gran trascendencia en la mixteca oaxaqueña, constituyendo los cimientos de la economía regional de los siglos XVII y XIX, debido a la pronta adaptación del ganado menor a las tierras de pastoreo en zonas montañosas y a que su crianza no requirió de una gran inversión en infraestructura.

Comentó que la cría y ceba de ganado caprino fue tan importante y extendida su práctica, que hasta la fecha en la hacienda “El Rosario”, ubicada en la agencia de Santa María Xochixtlapilco, se conserva vigente el sacrificio anual de miles de cabezas caprinas, así como las remesas de sus productos a otros estados del país.

Además, apuntó, de constituir una actividad con beneficios económicos, las prácticas que anteceden y preceden al sacrificio de chivos, se ha instaurado como parte del patrimonio cultural intangible de la región.

El presidente del patronato del MureH refirió que las primeras haciendas de crianza de cabras que empezaron a funcionar en el último cuarto de siglo XVI (1780) fueron propiedad de los conventos dominicos, y la objeción que tuvieron los provinciales (religioso superiores generales de los conventos de las provincias) en un principio, fue superada por los ingresos que obtenían. Así, en las últimas décadas de este siglo XVI las comunidades y los caciques se beneficiaron  tal grado, que de las ganancias obtenidas por la venta de ganado menor, compraban productos europeos a los comerciantes españoles, financiaban las fiestas de sus santos patronos y pagaban el diezmo, porque los derivados de este ganado tenían mucha demanda: la lana, los obrajes de Antequera y Puebla; las pieles para los talabarteros de Guadalajara y León; la carne se distribuía en el centro del país, y el cebo se destinaba a las velas utilizadas en las minas.

Indicó que José Antonio Gay, en su libro “Historia de Oaxaca” se refiere a esta práctica y a la comercialización de sus productos en Puebla, y además menciona que en la colecturía de diezmos de Huajuapan se resguardaba gran cantidad de carne que constituyó una reserva que hizo posible la supervivencia de los habitantes durante el sitio realista a insurgentes en las postrimerías de la Guerra de Independencia.

Así, la producción y comercialización del chito la documenta José Antonio Gay al hacer mencionar a este hecho histórico del Sitio de Huajuapan que tuvo lugar del 5 de abril al 23 de julio de 1812, siendo este el primer registro de la existencia del sacrificio de chivos en Huajuapan.

Manuel Barragán comenta que acerca del origen del platillo “Mole de Caderas” se comentan varias versiones, sin embargo, la que puede ser más verídica es la siguiente: se dice que como  a la carne maciza denominada chito era el producto del chivo más apreciado y el que se comercializaba, los huesos no se utilizaban, por lo que se guisó con los condimentos que se encontraban en la temporada, como es el chile costeño, la pepicha y el huaje.

En cierto día los trabajadores invitaron al dueño de la hacienda que lo probara y le gustó, luego éste a su vez invitó a sus amigos a probarlo y de esta manera el mole fue cobrando fama hasta la actualidad que es considerado un suculento platillo de temporada.

Y añadió que el auge del festival está haciendo posible el logro de los objetivos que se fijó el patronato: el rescate del Mole de Caderas como patrimonio cultural inmaterial de Huajuapan y también está promoviendo el desarrollo del turismo en nuestra ciudad, lo cual propicia una derrama económica que beneficia a los restaurantes, el comercio, a los hoteles y a la hacienda “El Rosario”.

Finalmente cabe mencionar que en la degustación de este séptimo festival gastronómico y cultural del Mole de Caderas en el MureH se pudo disfrutar de la mús ica del grupo “Cha Nandee”, que ha difundido la cultura de los pueblos originarios Ñuu Savi de la Costa en importantes espacios culturales del estado y otras partes del país.Además, su programa cultural incluyó el “Taller de Gráfica Tradicional” impartido por el artista plástico Irving Herrera López y la exposición colectiva “Los Chiveros: Estampas y Esbozos” por maestros y alumnos de la Escuela de Bellas Artes de la UABJO, así como artistas de Huajuapan y de la Mixteca.

CON INFORMACIÓN DE MAGDALENA ÁVILA

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